miércoles, 11 de agosto de 2010

Oxígeno

Respiro…
Respiro, pero lo hago lentamente.
Respiro, pero cogiendo el máximo de oxígeno posible.
Respiro pero no contaminación.
Respiro, aire puro, respiro bosque…

Para respirar, antes necesito vivir.
Nuestro corazón nos permite hacerlo porque bombea el oxígeno que respiramos por todo el cuerpo.
Nuestro corazón no es el más rápido, ni mucho menos, por ejemplo, el de un ratón se mueve a más de (Número de pulsaciones) por minuto. ¿Eso significa que necesita más oxígeno? ¿Qué vive durante más tiempo?

Para poder vivir sin quemarnos por las radiaciones solares necesitamos oxígeno. Aunque no es el mismo que utilizamos para respirar, si no una triple unión de oxígenos. El ozono.

Antes había mucho ozono, producido por una gran explosión y esto fue lo que permitió que nosotros pudiéramos vivir.

Sin embargo…¿Porqué si ansiamos tanto nuestra vida nos la cargamos de esta manera?
Pues pondría mi mano en el fuego afirmando que ninguna persona querría morir siempre y cuando las cosas le fueran bien.

Creando agujeros en esta capa de ozono sólo conseguimos deshacer lo que un día bordamos. Nosotros formamos parte de estos hilos y somos nosotros los que nos movemos entrecruzándolos. Cambiando la vida. Favoreciéndonos a nosotros mismos, pero perjudicando al mundo en cuestión.

Quizá lo que se necesitaría sería vivir la experiencia de encontrarse aquí, rodeado de todo esto, de tanto oxígeno y por lo tanto de tanta vitalidad. Así al menos podríamos valorar lo importante que pueden llegar a ser las cosas invisibles, no sólo el oxígeno, si no también cualquier otra emoción o sentimiento pues no están sólo en nuestro corazón también en el ambiente, en el aire o la brisa, pues se pueden respirar como el oxígeno.

1 comentario:

Ecos del pasado