Estoy cansado de las emociones.
Me alteran y me dejan fuera de combate.
La tranquilidad se rompe en sus
inoportunas apariciones,
la tierna pasividad de la mente se recrudece en cada ataque.
la tierna pasividad de la mente se recrudece en cada ataque.
Cada vez me explico menos por
qué siento ese voltaje que nace entre mis dedos,
y va a morir en alguna parte entre los pulmones.
y va a morir en alguna parte entre los pulmones.
No soporto esa carga incendiaria
que me convulsiona.
Ese estado latente que cuando viene desaparece.
Dichoso el que crea en la persistencia de la
memoria, Ese estado latente que cuando viene desaparece.
ella sigue ahí, y yo no encuentro medicina para aliviarla.
La memoria es un arma de doble filo.
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