jueves, 29 de abril de 2010

Excentricidades

Los cocotadores
-Estábamos en el recreo hablando sobre planes de verano cuando de repente...

Javi: Oye pues podríamos hacer una fiesta hawaiana
Miguel: Sí, estaría muy chulo con las falditas esas jajaja
Bea: Sí y con flores así en el cuello
Javi: Y con cocotadores!!

Bea y Miguel: O.o jajajajjaja

Astrónomos
Escuchábamos una charla de astronomía de un señor muy famoso y prestigioso, pero empezó a ser aburrida, teníamos sueño y esto que tu mente empieza a pensar estupideces…

Javi: Miguel, Bea…¿no habéis pensado nunca que los astrónomos son como los paparazzis del universo? Así haciendo fotos de los planetas, las estrellas y ¿siempre queriendo saber acerca de su vida?

Miguel y Bea: O.o jajajaja,

Tiempo
Javi: ¿Os imagináis que nunca durmiéramos? Dios eso sería increíble ahorraríamos mucho tiempo podríamos disfrutar de las 24 horas del día. Fijaros a gran escala…tendríamos un tercio más de tiempo para hacer deberes, trabajos o estudiar y así sacar un diez de media.

Darío y Carmelo: Jajajaja

Viva la indiferencia
Estábamos en Biología y esto que la clase no da más de sí y acabas hablando de casi cualquier cosa.

Ana (mi profe): Es que vosotros no os dais cuenta, pero antes se tenía que dar matemáticas en cualquier bachiller, y todo era mucho más complicado

Javi: Ya, Ana, y antes tampoco existían los teléfonos móviles.

Clase: jajjajajaja
Bea: Emm…¿Javi? Jajaja

Pi al cuadrado es…
Clase de Matemáticas, nuestro profesor Jesús casi siempre no está preguntando si lo entendemos y eso mientras transcurre una aburrida clase de logaritmos.

Jesús: Bien, acordaros que a veces os salen soluciones falsas, así que señalad con un “Si” las verdaderas y con un “No” las falsas…bueno, esperad, vamos a hacer una cosa, mejor sólo poned las falsas, ¿vale? Si no decís nada en el examen entenderé que está bien.

Mientras la clase continua y nos pregunta varias veces si entendíamos los ejercicios, y como casi siempre callamos él a veces responde por la clase…

Jesús: ¿Se entiende?¿Hola?¿Lo entendéis?¿Sí si lo entendemos? Vale, venga seguimos...

Javi: Emm…Jesús, es que como habías dicho antes que si era verdad que no dijésemos nada, pues por eso callamos.

Jesús: He aquí una pequeña ironía de nuestro amigo Javier.

Clase: Jajajjaja XD


lunes, 26 de abril de 2010

Alusión a la experiencia

26 abril de 1997

Un día alguien me dijo: “La primavera despierta a los poetas”. Yo pensé, ¿eso es una realidad, una abstracción o una chorrada poética? Nunca llevaba la razón, pero creo que esa vez acertó. No fue una verificación de mi tormentosa vida, escritor análogo y poeta desinhibido. Poeta que intenta buscar una forma a un mundo aparentemente redondo, pero que más bien siempre está inclinado hacia lo mismo. Jugar al fútbol, la chica que te mola, el típico rollo adolescente, un trabajo, tu pareja, tus niños, tu hipoteca…todo está como elegido desde que empiezas a tener conciencia de ti mismo y del mundo. No, no me refiero al destino, para mí, tu vida no está escrita, eres tú quien la escribe y lo digo como hombre cansado de existir, cansado de morir cada noche y nacer cada mañana. Lo digo como viejo con ojeras por su mal sueño, seco, enjuto y pobre en carnes que escribe los resquicios de su aparatosa experiencia y de su amarga locura bajo la parpadeante e insuficiente luz de su vela, casi consumida ya en aceite, por la llama de nuestra corrosiva mente. Ingenuos, que somos unos ingenuos, que no nos damos cuenta del mal de nuestras acciones, que en vez de buscar soluciones para arreglar las cosas, las buscamos para volver a empezar. Que no somos capaces de ayudar al necesitado y después pasamos noches enteras intentando conseguirle el peluchito a la novia, jugando al futbolín o pasando una noche de p.m. Nosotros, sí, los más inteligentes del planeta, o al menos eso dicen, yo, el rey de la ironía. Y lo digo como hombre de palabra, descosido y mudo, como oyente de oráculos, como polvo de estrellas, como intérprete de emociones, como partícipe de la ruleta rusa, como amante del pensamiento y enemigo del impulso, como guerrero en batallas perdidas, como guardián entre el centeno, como imagen surrealista, como hombre que puede leer la mente, como hombre sin conciencia, como pobre entre los pobres y modesto entre los ricos, como filósofo de mi vida, como pintor de ilusiones y mago de azares, como niño que escuchó que una estrella fugaz no era sino un millón de sueños que viajaban juntos.


[Todo lo que hagas en la vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas]

sábado, 24 de abril de 2010

Azúcar


SENCILLO, PEQUEÑO, BLANCO, DULCE, SIMPLEMENTE ...AZÚCAR

domingo, 18 de abril de 2010

¿Porqué nadie piensa en nosotros?

¡Hola! Esta vez me he tomado la libertad de escribir sobre los pequeños detalles que hay en la vida, esas pequeñas cosas en las que nadie piensa, que nadie desea llevarse a una isla desierta, esas cosas que no te das cuenta que existen hasta que las necesitas de verdad, como cuando sentís agujetas y descubrís que existen músculos donde os duele o cuando tenéis un dedo vendado y parecéis inútiles intentando coger el vaso de leche, vistiéndoos, peinándoos, (eso sí que es difícil ¬¬) ,escribiendo, incluso para hacer un saludo despectivo (ya me entendéis) resulta complicado estando en esas circunstancias…
Bueno, no os entretengo más y voy al grano.

Hoy os hablaré acerca de los bolsillos.

Los bolsillos!! Para mí lo mejor del mundo!! Mirad, es un simple agujerito en un pantalón, un simple agujero en un pantalón y sin embargo no podríamos vivir sin ellos, las veces que los necesitamos!! Y la cantidad de funciones que tienen!! No sabes que hacer con tus manos, al bolsillo, un chicle, al bolsillo, el móvil, al bolsillo, las llaves, igual, que tienes frío, manos al bolsillo, que quieres sacarle el dedo a alguien sin que se entere, dedo al bolsillo y ale, además los bolsillos son super mágicos porque a veces te regalan dinero que no sabías que tenías, o para los alérgicos y sus pañuelos…yo no sé porque no se estudia en el instituto el inventor del bolsillo, si ese invento es uno de los más utilizado del mundo, además piensas en las monedas y algunos incorporan un bolsillo más pequeñito, para los despistados, existen los bolsillos con cremalleras, sí, sí con cremalleras, así te aseguras que no se te caigan tus 20 céntimos al suelo ni nada por el estilo. Además, los bolsillos si os fijáis están en todas partes, en la parte trasera de los pantalones, en camisas, chaquetas, abrigos, sudaderas, carteras, mochilas, bolsos (que al fin y al cabo son bolsillos gigantes portátiles)…son indispensables para nosotros.
Lo malo es que siempre nos acordamos de los bolsillos cuando no están…¿nunca os ha pasado eso de querer meter las manos o alguna cosa en los bolsillos y no poder? ¿Y encima cabrearos porque no están?
Los bolsillos son unos seres incomprendidos…nadie invierte en ellos en Wall Street, nadie valora a los que nos han salvado de tener las frías en innumerables ocasiones o nadie nunca se ha parado a pensar en que un mundo sin bolsillos, no sería un mundo. Pensádlo.

miércoles, 14 de abril de 2010

Sí, sin duda fue un día de locos

[…Sí si ese soy yo, el de la camiseta de interior y los calzoncillos, miradme ahí tirado en la cama, abrazando la cabecera y con el olor a alcohol, que noche la de ayer…
Bueno, fijaros ahora en mi reacción, que está a apunto de sonar el despertador…]

(Piii, pi-pi, pi-pi, pi-pi-pi-pi , pi-pi-pi-pi)
-¡¡Ah!! Cállate. Dije mientras buscaba el botón de apagado.-¡Silencio! Dios, cómo puedes ser tan escandaloso…aquí estás…ale, apagado, ¿ehhh? ¿Quién es quien habla ahora eh?? Quiéeen?? Jeje. Respiré tranquilo de nuevo y con la mano en la frente para “aliviar” mi dolor de la cabeza me eché sobre la cama de nuevo me tapé con las sábanas cuando me di cuenta que se me olvidaba una cosa.

-¡Joder! ¡La reunión!. Y miré el despertador con los ojos como platos y suspiré aliviado. –Aún quedan dos horas…¡No! ¡Ayer se cambiaba la hora! ¡Mierda!.

Salté de la cama y tropezándome con la mesilla y con la pared llegué al armario…

-¿Traje o chaqueta?. Me pregunté mientras buscaba en el armario, espera, me asomé a la ventana y vi un rayo de sol.-Vale, camisa.

La cogí y bajé las escaleras de caracol hacia la cocina a hacerme un expresso. –Vaaamos. Decía impaciente mientas movía los dedos de forma nerviosa.
-Los pantalones. Subí las escaleras de nuevo casi cayéndome. -A ver, a ver…los negros, no los beigs. Los cogí y les veo arrugas.
-Joder, a planchar ahora. Cogí el café y lo sorbí. –¡Ah! ¡Quema! Me quejé. Resoplé y me puse a planchar mientras empezaba a sentir de nuevo mi lengua, claro yo y mi suerte hicimos que se cayera el café manchando el pantalón.
-Vale, Dios, me pondré los negros, como tú quieras. Dije con tono irónico mirando al techo y dirigiéndome de nuevo al armario a coger los negros y a elegir corbata…-Corbata, corbata…azul, roja, rosa…la roja. La cogí precipitadamente y me puse los pantalones con la casualidad de caerme mientras metía una de mis piernas. Ahora iba al espejo a arreglarme lo mínimo y a disimular mi olor a alcohol. Un poco de colonia, desodorante y me revolví el pelo lo justo, siempre he dicho que mi pelo es un pelo desordenado ligeramente intencionado. Miré el “reloj”. Claro, si no llevaba encima, estaría en la mesilla...tampoco…espera, y miré mi mano derecha.-Soy tonto. Me dije siempre lo llevo allí ¬¬

Salía ya de mi casa, cogí las llaves, voy y me pillo los dedos con la puerta.-¡¡Auuu!! ,Dios que se acabe este día ya, que no sobreviviré…Voy a por el coche, miro y no está, claro, lo tiene…bahh, da igual, cogí la bici y con la camisa casi sin abrochar llego al número 15 de Kingsway Street. Miro el reloj de nuevo. -¡Perfecto, tarde!, ¿estás contento?.Volví a decirle al cielo nublado.

Salgo de la reunión, un aburrimiento, se habían comido ya las galletitas esas de chocolate que tanto me gustaban, y sólo quedaban esas que tenían crema de membrillo en el centro, que malas que están…y mira que a un amigo mío le gustan…curioso que tenga esos gustos…
Salgo del edificio y no está la bici.-Venga ostias, no me jodas, donde estás, y al no verla por ninguna parte le pegué una patada a lo primero que ví, claro, yo como soy tan oportuno fui a golpear una farola para desgracia de mi pie. –Vale, vale, vale…tranquilo. Me repetí suavemente, inspirando y espirando. –Relajación…Bien, a ver que hacemos.
Tenía hambre, eran como las cuatro y parecía que llevaba dos días sin tomar nada. Me dirigí a un pequeño bar-restaurante que parecía tener buena pinta, pero que va, las patatas frías y un poco duras (congeladas, seguro), el solomillo duro también y un pelo en el plato. Escapé de ese lugar en cuanto pude recordando a la vieja camarera y pensando que aquel pelo podría ser de suyo, (me dio un escalofrío sólo de pensarlo) y volví andando a casa para poder tener una tarde al menos normal.

[…Dios cómo podía pensar eso después de todo lo que me había pasado…]

Cuando iba andando veo mi coche mal aparcado cerca de mi casa y…con una multa, una no, dos multas. Las vi y reí, reí por lo absurdo de este día, porque nada peor podía pasarme, porque tenía mal de ojo, porque vi un gato negro ayer por la calle o simplemente porque era el mayor imbécil del mundo. Pero me equivocaba, escuché un trueno y comenzó a llover a mares, sí, sí, como en las pelis, el típico pardillo que no puede caer más bajo hasta que le pasa algo así. En fin dije. Si hoy mi día no va a ser bueno, mejor tomárselo de buenas y no coger más cabreos. Me descalcé, me quité los zapatos y deshice el nudo de mi corbata para ponérmela sobre mis hombros. Reía por la calle fruto de mi casi locura, pintaba caras felices sobre los cristales empañados de chocolaterías, cafeterías y coches. Iba tarareando esa canción que siempre me alegraba mientras daba vueltas en cada esquina.
Llego a casa y abro la puerta, no me preocupa mojarlo todo, total, es agua ya se secará. Para qué ducharme si no podía ir más empapado. Me puse yo y mis dedos arrugados a hacer natillas, que hacía tiempo que no comía y cerré la puerta de la cocina para que aquel olor a canela se contagiara en el ambiente. Me atrevería a decir que quizás fuese mi olor favorito. Cuando terminé me fui al sofá, a ver la tele. –Genial, se ha ido la luz. Dije con una sonrisa. –Mira, mejor, así se pueden ver perfectamente las estrellas.
Y salí al jardín a recostarme en mi único y favorito abeto, y a escribir esta historia de locos mientras bebo de mi descafeinado y miro al cielo buscando la inspiración de cada día viendo así mi primera estrella fugaz desde hacía más de diez años…



viernes, 9 de abril de 2010

Sería tan fácil salir de aquí...

Sería tan fácil salir de aquí, olvidar todo o dejar nada, simplemente coger el primer autobús que tuviera el destino a la soledad, cualquier autobús que llevase el número quince, que estuviera totalmente lleno o tristemente vacío…

“Sería tan fácil salir de aquí” Pienso y suspiro mientras espero a que mi café humeante pueda beberse, mientras miro por las cristaleras de aquel pequeño bar de la estación. Charleston Café creo recordar, la gente con gafas de sol, con cigarrillos, con sus reproductores de música, con sus periódicos y con sus maletines, con traje, con sus prisas…son esclavos del tiempo, como el resto de la humanidad. A veces nos quejamos de monotonía, pero, ¿qué hay de las personas que tiene que coger tres o cuatro autobuses todos los días, esclavos de sus vidas? ¿Y qué hay de aquellas personas que mirar por esas sucias ventanas y se sientan en esos viejos asientos, compartiendo su burbuja con cualquier desconocido? ¿De las personas que lloran en silencio por la pérdida de un ser querido? ¿O de las que siempre apuestan al rojo en la ruleta del casino?

Solemos pensar que nuestra vida siempre es igual, que la rutina nos oprime, que nos quita libertad…pero... ¿cambiaríais vuestra vida ahora tal y como está?