jueves, 23 de diciembre de 2010

Oscura humedad, cielo iluminado

Frío hace fuera, dentro el abrigo sólo causa calor.

Somos muchos los que estamos de pie, sin apenas espacio en aquella habitación.

Como unas 40 personas hablan y se saludan en unos 20 m2, encima, allí me siento incómodo. Raro me pareció que en vez de agua u otra bebida unos 12 cubos de sangría estaban sobre las mesas que rodeaban la estancia.

El humo cargaba el ambiente, yo miraba con recelo a cada una de las personas que fumaban en aquel espacio tan pequeño y pensaba “¿Acaso no pueden comer sin estar fumando a la misma vez?”. Más les maldecía cada vez que me echaban inconscientemente el humo en la cara.

El ruido, los empujones, el estar de pie y la comida que no acompañaba mucho hizo que saliera de aquel lugar.

Llovía, bueno, no exactamente, (más me hubiera gustado a mí), la carretera estaba mojada por unas gotas que caerían anteriormente. Fuera, el ambiente era húmedo, se podía medio respirar aún siendo consciente de que me encontraba en pleno centro de ciudad.

Me apoyé contra la pared del edificio de en frente del bar, jugué con mi aliento, mucho más cálido que el aire, formando vapor, dibujé una espiral en el cristal empañado de un coche y miré el móvil.

Las once y media, y aún me quedaba mucho para irme de allí. Respiré hondo y pensé durante un segundo en ti, después volví y miré el cielo cubierto.

Estuve como 2 minutos mirando el cielo, estaba sorprendido, la noche había caído y apostaría a que si apagaran todas las farolas de la ciudad se podría ver perfectamente…Tal era la contaminación que el cielo estaba prácticamente iluminado.

Y me enfadé, me cabreó el ver así el c

ielo y creedme, bonito era, nunca había visto nada igual, pero hubiera deseado no haberlo visto.

A todo esto seguía haciendo frío, el ambiente era húmedo, seguía exhalando aire, respiraba lluvia, me miraba los pies, después el final de la calle, al cielo de nuevo. Suspiré, te eché de menos y entré de nuevo al bar, la gente decía que entrara “a disfrutar” (a mi pesar)

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Sentidos

Son tus labios los que se abren a escasos dos centímetros de mí (mi boca). Tu corazón hace que se muevan y que susurres esa(s) palabra(s) que cualquier persona querría oír. Yo cierro mis ojos para no ver la realidad y para poder imaginarte a ti y todo lo complicada que eres. El sentimiento fluye por cada fibra sensitiva de mi pabellón auditivo, atraviesan el tímpano vibrante, giran por el caracol y avanzan por el yunque, el martillo y el estribo, quienes recogen el sonido.

Tu(s) palabra(s) acaban llegando de forma confusa al cerebro en apenas medio segundo. Comienzas a darle sentido a lo que has escuchado y el cerebro comienza a funcionar.

-Cierras los ojos… respiras profundamente…suspiras

-Te empieza a faltar el oxígeno, tu corazón bombea sangre, se acelera.

-Los niveles de oxitocina se disparan en tu cuerpo

-Esas “mariposas” que nadie sabe explicar qué son sin utilizar la palabra “amor", empiezas a sentirlas un poquito más abajo del corazón.

-Tus manos contactan con su cuerpo medio desnudo.

-Buscas su calor.

Es ella quien provoca que mi cerebro mande la orden de romper esos dos centímetros que me separaban de tus labios para fundirme en un beso ardiente entre el gélido frío del deseo de poseerte. Un sabor fogoso que más pagaría yo por encontrarlo en un cóctel en la tranquila noche de San Francisco.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Temporare

El tiempo, que queremos que ahora pase rápido y después desearemos aprovechar cada segundo…
Ambos necesitamos ese tiempo, tiempo libre…y no dudes que si en serio lo tuviera, tú lo ocuparías.
¿Qué hacer? No lo sé ni yo…improvisar nunca se me dio demasiado bien, siempre me ha gustado imaginar cómo podría hacerlo todo, planear mi vida.
Y no sería una, la persona que me haya dicho que eso sólo te complica y es mejor improvisar sobre la marcha…así quizá pudiera haberte dado aquel beso, o haberte dicho aquello que quisiera pero la naturaleza de cada uno…a veces egoísta pero comprensiva y tímida impide ser quien eres.
Tenemos viajes pendientes, no creo que los olvides, compartir, poco y mucho, sentimientos, puede, gustos, quien sabe, desear, todo el mundo siempre desea algo, pero lo que yo, dudo que alguien lo haga.

[Seguimos conversando
No sé qué decir pero lo diré de todas maneras
Hoy es otro día para encontrarte
huyendo
Estaré viniendo por tu amor]

[Sin necesidad de decir
Estoy hecho pedazos y acabado esa es mi manera de tropezar
Lentamente aprendiendo que la vida está bien
Di que después de mi
es mejor estar a salvo que lamentarse]

[Aquellas cosas que dijiste
es la vida o solo un juego para despreocuparme
Tu eres todas las cosas que debo recordar
estas huyendo
vendré por ti de todas maneras]


TAKE ON ME



Llévame contigo, total me iré en un par de días


Lo que fluye al recordarte se enciende y se apaga como el filamento incandescente de una bombilla. La única diferencia es que contigo no puedo encender o apagar este filamento, eres tú quien lo hace.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Pureza

¿Quién no ha buscado purificarse alguna vez en su vida? Quien no lo ha hecho, dudo que haya existido. El separar nuestras pasiones de nuestras obligaciones, nuestros deseos de nuestros pensamientos. El separar el cuerpo del alma.
La pureza viene a ser aquello carente de imperfecciones, la ausencia de todo aquello que debilita la naturaleza de nuestro ser. Empero existen hombres puramente malvados o existen hombres con una pureza en su corazón incomparable con cualquier otra virtud.

La paz espiritual que buscan encontrar religiones de todo el mundo se basan en ella para encontrar el equilibrio entre lo que está bien (lo bueno) y lo que está mal (lo malo). El blancor del alma es el signo de haber conseguido este equilibrio y son precisamente los pensamientos impuros los que te alejan de esta meta. Así, el aire fresco que congela, la montaña que hiela, la nieve blanca e imperecedera, el oxígeno, la planta con gotas de rocío de la mañana, el río, de donde emana la vida, el mar, que comparte las lágrimas de todos los arrepentidos, el viento que mueve perfumes y olores y los reparte por nuestro pelo y el huracán que destroza, la rama que brota, o el fruto que crece, la tormenta que amenaza o el rayo que esclarece, el trueno que suena o la lluvia que cae, son los elementos naturales que equilibran nuestro entorno y controlan lo que debería pasar.

Es pues que la pureza, en la naturaleza, es aquello que ocurre sin más, sin una estipulación previa, ocurrirá, ocurre y ocurrió, aquello que el verlo canaliza por cada una de tus arterias el oxígeno que debe ser bombeado por tu corazón y devuelto a él por cada una de las cientos de venas que tenemos en nuestro cuerpo. Aquello que te hace respirar hondo y crecer como persona. Aquello que te hace mirarte con desprecio e insignificancia y comprobar la fuerza de la naturaleza. Lo inmenso.

El puro, quien ha podido mantener libre su alma de cualquier sentimiento de rencor, odio o egotismo, podrá concentrar su fuerza interior en su mente y en su corazón. Manejará con suma facilidad su propio control corporal hasta gastar la mínima energía necesaria para cada movimiento, nada podrá hacerse en desperdicio, llegando así al estado de “levitatio tradere” donde la fusión de alma y mente conforman un ser de pureza impoluta.



Encuéntrate a ti mismo antes de encontrarle sentido a este mundo, pues ya os aseguro yo que no tiene, con lo que ya sabes por donde empezar para llegar a ser persona.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Una vez más…

¿Cuantas veces este año será ya con esta?
¿Doce? ¿Trece?. Empiezo a pensar que es irremediable evitar esta situación. Mirad que me enfrento a ella veces, mirad que la esquivo, mirad que siempre me pasa lo mismo.
Cuando tienes dos opciones para elegir, una de ellas, dice de joderte para así, no joder al otro, la segunda opción, joder al otro para no joderte a ti.
Cuando ya has elegido la primera opción no se cuantas veces ya durante un año y muchas más en toda tu vida, creedme, cada vez más que salga va a hacer que termine eligiendo la segunda opción.

¿Pero que hago yo escogiendo entre esto?
¿Por qué tienes que ponerme a prueba una y otra y otra vez?
¿No te basta con que sea como soy cada día?
¿No te bastan esos pequeños detalles que son precisamente los que más cuesta conseguirlos?
¿Cómo puedes ser tan poco consecuente?

En noches como esta, en serio, que la tierra te tragase sería lo mejor que desearía que te pasase. Cuando todo sale al revés de lo que esperas, no por ti, si no por gente que te importa, gente que comprendes, pero que a la vez te pone en ese compromiso al que tantas veces he tenido que enfrentarme y al que tantas veces tendré que enfrentar.

Posiblemente mañana lo piense, y no sea para tanto o posiblemente mañana piense que ya es hora de escoger la segunda opción por primera vez, pues lo que no puedes hacer es querer hacer feliz a todo el mundo sin conseguir antes serlo tú.
No puedes pretender que todo salga como quieras, pero sí puedes pretender que alguien como tú acabe eligiendo contigo la primera opción al menos por primera vez en su vida…



Vivo sometido a una vida que no me deja un respiro. Cuando creo que me quito un peso de encima otro más grande aparece…

La gente sigue impulsándose más por las convenciones sociales que por su propia condición de persona y yo como inconsciente sigo enfrentándome a lo mismo una y otra y otra vez. Quizá debería replantear mis decisiones…pero será más tarde…puede que en otra vida