jueves, 25 de abril de 2013

Secretos del amar


Renunciar a tus palabras con un amargor extraño.
Sobrevolar el cielo sin tener vértigo.

Hablar ahora, estando callados.
Las miradas dudan, hacen daño.

Cómo amarnos el uno al otro sin romper a llorar.
Las bocas guardan secretos y confidencias.
El corazón impulsos y arrepentimientos.

Es difícil resistirse a la esencia
Volver la vista hacia un lado.
Fingir nuestras diferencias

Secuestrar recuerdos y dejarlos secos de tanto recordar.
Recorrer toda la piel por sólo acariciar.

No ser capaz de negar su belleza.
Y después callar toda su maldad.

Insensibilizar tus músculos.
Dejarte llevar.

Saber amar las ausencias.
Olvidar la realidad.

Restar segundos a la verdad.
Contenernos hasta reventar.

Permanecer en un silencio fantasmal.
Recordar momentos. Aquel vendaval.

Establecer nuestras distancias.
Para volverlas a enterrar.

Entrelazar nuestras almas.
Dejar de pensar.

Un simple instante de duda.
Una mentira al azar.

Mirar tus ojos para vislumbrar.
Acabar ciego de tanto y tanto mirar.


miércoles, 17 de abril de 2013

Somos tendencias que seguimos a las tendencias


En efecto no debería sorprendernos leer, una vez más sobre una actualidad que se antoja residual cuando no desalentadora o terriblemente pesimista. Y es que en apenas unos años el giro del mundo ha sido tan sumamente radical que no hay nada ya que pueda sorprendernos.

Somos tendencias que seguimos a las tendencias.

El ser humano se ha acostumbrado a seguir la imitación y ser por tanto imitación del imitado.

El criterio propio se ha perdido en detrimento de unas valoraciones que no son nuestras, pero que las imponemos como si lo fueran. Los cerebros se secan y no consideran realizar un trabajo que revierta en último término en una deducción personal primigenia, propia, que podrá ser compartida o debatida, pero al fin y al cabo innovadora y única.

Me refiero a ser objetivos con nosotros mismos y subjetivos por ende al resto de la sociedad. No se puede pretender que se extienda una limitación enfermiza que afecte en el razonamiento de los más pasivos. Sin embargo parece ser que la vida contemplativa está de moda y es modelo y causa de todas las envidias, mientras que el sacrificio y el trabajo marchan hacia la esfera del amargor y de la destrucción progresiva, quedando relegados a un comportamiento inusual que debería tomarse con menor perspectiva y mayor descanso.

Sería irónico que nuestra destrucción fuera fruto del trabajo y del compromiso de otros.

Bienvenidos todos a un siglo que pesa tanto como el alma.


miércoles, 10 de abril de 2013

El corazón de ámbar


El ámbar es el corazón de la naturaleza.
Y cuando miro tus ojos sólo veo ámbar.

Si me permitieras mirarlos muy de cerca, hasta casi rozarnos, podría observar toda su belleza. Son cálidos y coloridos, a veces más oscuros, o incluso verdosos, pero nada comparable con las tardes de sol y la luz que desprenden.

El ámbar me cautiva y me atrae. Es algo misterioso. No sabes lo que puedes esperar de él. Quizá restos de un algo extinto. O una lágrima que allí quedó atrapada.

Pero cuando nos besamos, cierras los ojos y pierdo esa magia.
Me coges con fuerza y me respondes con violencia y entonces pienso en el ámbar que late en cada uno de nosotros.