miércoles, 31 de marzo de 2010

Mensaje en botella


-¿Porqué siempre sopla el viento del norte aquí?.Pregunté curiosa. Desde que he venido a verte siempre tengo esa sensación…
-¿Crees en la mitología? Dijo sin apartar la vista del mar
-¿Es otra forma de ver el mundo, no?
- Vale, pues entonces puedes echarle la culpa a Bóreas, él es quién origina los vientos del Norte.
-Odio a Bóreas entonces, a veces me causa frío…Y tirité ligeramente al recordar aquella brisa de primavera que me parecía mucho más fría de lo que era en sí.
-¿Que lo odias? A mi me gusta mucho ese dios, es quien origina también la aurora boreal, de las cosas más bonitas que puedes observar en este mundo. Me contestó mirándome despacio y volviendo la mirada hacia su mar.

Era bonico cuando se quedaba sumiso en sus pensamientos, absorto en sus cavilaciones más profundas… cambiaba un poco cuando el mar estaba delante de él, se volvía como un ser que dejaba escapar su alma hasta el más somero abismo.
La brisa revolvía su oscuro pelo largo y a veces le hacía entornar los ojos ligeramente porque soplaba un poco más fuerte de lo normal. Me gustaba quedarme mirándolo, observar sus movimientos con cautela, estudiar cada pensamiento que pasaba por su mente. A veces me quedaba minutos enteros mirándolo ensimismada y “despertaba” cuando me miraba con su dulce mirada y sonriéndome pensando algo así como “bueno, ya está bien de mirarme no?”
Tenía sus momentos, siempre le gustaba estar cariñoso conmigo pero siempre se cortaba un poquillo, no lo aparentaba demasiado, pero yo sabía que era tímido de la cabeza hasta los pies.

-¿Vas a despertar ya? Me dijo con una sonrisa en su mirada
-¿Qué?, ¿cuanto llevo así? Respondí vergonzosa.
-Así como un cuarto de hora. Dijo burlándose de mí

Le entorné los ojos con malicia, crucé los brazos, le mostré mi disconformidad y me giré para no verlo. Creo que rió por la bajo pero no pude asegurarlo, las olas rompían cada vez con más fuerza en la orilla de la playa y a él le encantaba ese ruido, cerraba los ojos y soñaba…inspiraba con confianza y espiraba con desolación…Creo que en el fondo le gustaba mi compañía, pero nunca me lo había dicho, siempre me decía cuando nos veíamos, “esta noche donde sabes” y yo sonreía cuando pasaba tras de mí con su perfume, me sentía segura con él 

Volví a quedarme ensimismada, pero esta vez mirando el mar con él, compartiendo un horizonte lejano…

-¿Hola? ¿Chico llamando a Ellie? ¿Responda?. Dijo riéndose de mí otra vez.
-Venga, que pasa ahora ¬¬
-Respiras muy fuerte 
-¿Ya está?, ¿sólo eso?, Dios eres odioso ¬¬
- Jajaja, lo sé. Dijo riéndose de la situación. Me desconcentrabas 


-Aiis, dije con dulzura, ven aquí, y le abracé apretando su cuerpo contra el mío con fuerza, respirando el olor de su esencia. Me separó y puso cara de niño bueno mientras volvía su mirada hacia el mar.

-¡Espera!, dijo mientras sacaba algo de su mochila.

Era una botella, de esas que llevan algo dentro, con la oscuridad no se veía muy bien, y en ese momento la luna llena se escondía bajo las nubes y una cajita de cerillas.
Encendió una he iluminó la botella.
Era un barquito, hecho por él, seguro.

-¿Sabes lo que es? Me preguntó.
-No lo tengo claro. Respondí con impaciencia sin dejar de mirar el barco de la botella
-Nuestra primera carta.
-¿Todavía la guardas? ¿Si te la dí hace millones de años?
-Pues mira. Dijo con una sonrisa

(Hubo un silencio)

-No sabía que sabías hacer papiroflexia.
-No sé, pero sí sé darle forma a los sentimientos

Y dicho eso se dirigió hacia la orilla con la botella, me dijo que lo siguiera, encendió otra cerilla y la metió dentro de la botella, quemando la carta con forma de barquito…quemando media vida que dejé en esa carta.
Y yo enmudecí
Cerró la botella y dejó que se alejara lentamente por el mar…

No podía comprender porqué había hecho eso…Mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas, sentí un abandono en mi cuerpo y me dí la vuelta para que no me viese llorar

-Ellie... Me llamó

No pensaba darme la vuelta, no en este estado…

Ellie…Insistió.

Noté su mano en el hombro que me giraba despacio…Nos miramos…y me besó, nuestro primer beso…cogió mi cara entre sus manos y bebió con pasión de aquel momento como si algún día se acabara…


domingo, 21 de marzo de 2010

Paseo imaginario


Nubes de viento que cubren el cielo. Cielo oscuro y misterioso al sol del amanecer. Niebla disipada por sueños inacabados… ¿qué es lo que queremos?...

El apacible mar, golpea las rocas dejando solitaria a la marea y a los pescadores. La arena, aún húmeda tras la noche, esconde pisadas de nuestro paseo aún por terminar y del que nunca llegamos a empezar… ¿qué es lo que somos?...

Las gaviotas vuelan sobre nosotros divisando un horizonte aún lejano que cada vez se va alejando más y más con nuestra mirada… ¿qué es amor?...

Si pudiera ser verdad lo que escribo, pensaría que estoy loco, más no es así. Pues nunca he querido escribir ese paseo con mayor sinceridad…pues nuestras manos se unieron por segundos aquella noche de primavera…

Azucar...

sábado, 13 de marzo de 2010

Luciérnagas

Como podría estar tan cansado, si apenas había hecho algo esa misma mañana, es más…me había despertado tarde debido a mis largas noches trasnochando trabajando en mi investigación. La llevo bastante bien, parece que por las noches estoy más centrado y avanzo más rápido a la hora de tomar mis notas sobre los distintos tipos de mariposas que se encontraban en el bosque.

Aquella misma tarde observé a una “alas de pájaro” llevaba días detrás de aquel bicho (no se merece otro nombre porque llegó a desesperarme su búsqueda, día tras día perdido por el bosque sólo para observar su comportamiento ¬¬), pero bueno al final el esfuerzo mereció la pena. La “alas de pájaro” es una de las mariposas más grandes y bonitas de entre todas sus especies, sus intensos colores han despertado mi atención en más de una vez y me sorprendió mucho mucho ver una por primer vez. Bueno no os aburro más con mis pensamientos de investigador.

Ahora mismo vivo en una casita de madera cerca del riachuelo, tengo muchísimos tipos de plantas, arbustos y árboles alrededor. Todas las mañanas intento cuidar mi pequeño huerto de bayas silvestres, son de esas rojas que están deliciosas y manchan.
La casa es sencilla, pero tiene lo fundamental, una chimenea una cama blandita y calentita y un sillón de esos que estás medio acostado en ellos, que son como un gran cojín. La televisión no existe en mi vida en el bosque, la poca tecnología que tengo es una pequeña radio y mi reproductor de música (que si me quitan eso me muero). Ah!! Y luces, luces también tengo, dos lámparas, aunque tengo que añadir que siempre sentí debilidad por las velas y las lámparas de aceite, su luz es menos intensa y por lo tanto más relajante, cosa que necesito para llevar a cabo mi ardua tarea.

Mi vida se centra prácticamente en mi habitación, allí tengo la radio y la cama, el sillón la chimenea y mi expositor de mariposas…sólo me falta la “alas de pájaro” por eso quiero capturar una…pero me da lástima hacerlo, porque entonces tendré que dejar este lugar y lo que sí os puedo decir que vivir así es de lo mejor del mundo 

Uiis!! Esperad, llaman a la puerta, será Alice.

Sí, coma era Alice, no sabéis quién es?? Pues utilizad un poco la imaginación hombre…
No, no es mi novia, aunque es guapa ha de reconocerlo…y sus ojos son del color del ébano, sí la verdad es que Alice es muy guapa…
Ella es mi ayudante, nos llevamos bien, me ayuda en el huerto y en la toma de notas y observación de mariposas, gracias a ella ahora en mi expositor tengo a una mariposa tigre. Vale, me gusta Alice y qué!! Hum!! Nosotros somos algo raro, necesitamos nuestro cariño mutuo y necesitamos abrazarnos y querernos…Pero a ver porqué os tengo yo que estar dando explicaciones, venga callaros. Y no me entretengáis más, que no termino nunca ¬¬
Veis, ya no sé por donde iba…
En fin…que vivo en una casa de madera cerca del…no esperad si eso ya lo he dicho!! ¬¬

Ya, ya me acuerdo, os contaba que no quería irme de aquel lugar, pues bien, aquí se respira tranquilidad, no te preocupa el tiempo, porque no existe en mi vida, siempre he dicho que somos esclavos del tiempo y como yo odio serlo pues no tengo relojes en casa. Y claro...siempre que pueda quedarme más tiempo con Alice mejor que mejor, porque a ella le gusta ser mi ayudante y dejarme respirar de vez en cuando.

Alice me llama para cenar, enseguida vuelvo!!

Vale, ya estoy aquí, si, sí me he lavado los dientes, porqué pensáis tan mal de mí ¬¬
Esta noche toca búsqueda, saldré al bosque a buscar una “alas de pájaro”. Esta noche me da igual pasarla entera buscándola, total no tengo nada de sueño y me gusta pasear por el bosque porque tiene una aura especial y la luna llena nunca deja que me quede a oscuras, con lo que el bosque adquiere una luminiscencia que me encanta.

Cuando salí de casa, sería como medianoche, siempre intentaba seguir las rutas donde era más probable encontrar a alguna, pero esa noche decidí perderme en el bosque, a Alice nunca le gustó que saliera de noche, siempre me abrazaba cuando llegaba con los ojos llorosos…en el fondo creo que nos gustamos, pero es difícil saberlo, llegué a un claro y busqué por las cortezas de los árboles cualquier indicio o cualquier movimiento de mariposas, llevaba mi red por supuesto, mi blog de notas y una especie de gafas con aumentos. Pasé el claro y decidí ir por una zona que bajaba como a un gran árbol lleno de hojas caídas, pensé que a lo mejor desde allí veía alguna ruta más adecuada pero por más que buscaba y buscaba pasaba lo de siempre, la mariposa no aparecía y yo volvía a estar exhausto.

Me acosté sobre un tronco que parecía cómodo a descansar la vista un poco y enseguida me dormí...Juraría que estuve días durmiendo pero simplemente fueron un par de horas. Me acostumbré al ambiente nocturno, despejé la vista y me dispuse a proseguir con la investigación. Pero cuando me fijé en el lugar que estaba me dí cuenta de que no era el mismo en el que me había dormido, había…estaba….todo estaba lleno de luciérnagas, luciérnagas que iluminaban el bosque con su suave resplandor, que volaban danzantes en la noche…era precios, nunca había visto tantas….y entónces me fijé en un susurro del viento, una ligera brisa que pasó delante de mi cara y se vino a posar en un árbol cercano…Ahí estaba, mis meses de estudios podrían estar acabando si atrapara a aquella mariposa…pero …era tan bonita…movía las alas estando posada en el árbol y parecía estar paseando por entre los vientos helados del bosque me levanté con sumo cuidado, y cogí la red de mi espalda, la alcé y la atrapé…No podía creer lo que veían mis ojos, al fin había capturado a una “alas de pájaro”, todas las noches sin dormir, todos los apuntes y los estudios, las consultas sobre su localización…todo había acabado.
Cuando la metí en el frasco vi pasar todos mis recuerdos como un tornado en mi cabeza si capturaba a la mariposa me tendría que ir de allí…dejaría a Alice y al bosque…

La solté, solté algo que llevaba meses buscando, solté la clave de mi éxito y la salté porque quería a Alice…

Cuando llegué a casa ella me abrazó como siempre, y me preguntó si había habido suerte y le dije que no…que no había capturado nada…y ella me rodeó con sus delicados brazos y se apoyó en mí en el sofá…”No te preocupes” me decía todas las noches, “seguro que mañana habrá suerte” pero ella se moría por dentro cuando me lo decía, porque no quería separarse de mí…y por eso no quería que fuera todas las noches a buscarla…porque en el momento en el que la atrapara, es posible que no volviéramos a vernos más, mira…Alan…¿porqué no dejas esto? Sabes que será imposible que la captures…hay muy pocos que lo han logrado y yo no quiero verte triste…
Que bonica era cuando me decía cosas bonitas, la besé.
Fue un acto que hice sin pensar, nunca le había dicho lo que sentía por ella, pero al besé y ese beso si fue el más largo del mundo…

Desde ese momento salía todas las noches a buscar de nuevo la mariposa al mismo sitio siempre la veía, siempre la capturaba y siempre la soltaba, siempre pensaba en Alice y en lo feliz que íbamos a ser juntos en el bosque porque la investigación…¿que importancia tenía comparada con ella?

Por las noches siempre salía con ella a ver las luciérnagas y a ver la mariposa…pensando en lo fácil que sería acabar con todo…pensando en el próximo beso que nos daríamos y en lo afortunados que éramos por estar en ese bosque…porque Alice era aquella chica de las mariposas….





viernes, 5 de marzo de 2010

Saetas de fuego

Sus ojos apagados por sentimientos de penumbra me miraban tibiamente, me observaban desde la oscura luz de la noche pidiendo que me acercara a ella, eran susurros apagados, palabras sin sonido y emociones sin con eco que soplaban suavemente en mi subconsciente.

Me miras, te miro, nos miramos y me miras y sentimos como nos fundimos en un mismo ser, pensamos igual, en luces, colores y acantilados junto al mar, vemos el mundo de la misma manera y queremos la misma realidad. El aura que formamos, invisible a la vista e intocable al tacto, nos mantiene con vida en nuestras largas noches de soledad viendo la luna y las estrellas pasar, imaginando la utopía de nuestra vida, viajando a la deriva por el mar, besándonos en los días de lluvia y abrazándonos en las noches de verano, queriéndonos en las tardes de otoño, viendo las hojas caer y el cielo oscurecer, pensando en suspiros del alma y juegos de azar, viajando sin rumbo hasta la eternidad…

Cuantas noches habrán pasado sin tu helada presencia, sin tu frío calor azotando nuestro mundo, cuantas noches habrán pasado mirando el cielo con timidez, sintiendo la plenitud del universo y lo que juntos podríamos hacer…

A veces me pregunto porqué el mar nos separó esa noche, porqué nos impedía mirarnos fijamente, porqué nuestro mar rompía nuestra complicidad, rompía nuestros deseos de jugar, porque nosotros no hacemos otra cosa que jugar a enamorarnos, arriesgarnos y ganar, porqué seguimos nuestra propia filosofía de un sueño inacabado al que deseas terminar…

Saetas de fuego recorren nuestros nombres, voces mudas recuerdan nuestra memoria, pensamientos olvidados que acrecientan nuestra vida muestran a dos jóvenes enamorados abrazados ante la inmensidad del océano.

I hope you :)