martes, 4 de enero de 2011

Ya un año, y el sol brillando

2 de Enero y el sol vuelve a brillar, es el segundo día consecutivo que me hace olvidarme del frío invernal para adentrarme en aquel contagioso calor de la primavera, no veo flores, sólo árboles sin hojas, no veo insectos, ni mariposas, sólo algún que otro caracol esperando a los días de lluvia.

Las nubes ni en el horizonte aparecen y forzando la vista intento llegar un poco más allá, pero nada. Se dice que después de mal tiempo viene uno mejor, sin embargo yo también he oído a veces eso de “la calma antes de la tormenta”. ¿Sería esta la despedida a las lluvias y los abrigos? No, no lo creo, por lo menos aún no, la primavera siempre trae sorpresas e inspiración.

A veces pienso que cuanto más pasa el tiempo es como si más lo malgastaras, pero cuando dices de aprovecharlo no terminas haciéndolo, quizá por mi “afición” a no cambiar demasiado las cosas, defensor del cambio lento, constante y progresivo. No es cuestión de cobardía o valor, de fuerza de voluntad o de pesimismo, de atrevimiento o resentimiento. Ni siquiera puedo posicionarme para la mitad de los grandes problemas que afronta el mundo y menos solucionarlos…hacerlo sobre la vida no descarto que me deje totalmente indiferente o con un toque de amargura por “inutilidad” o “incapacidad”.

Si de verdad pensamos en cambio, antes debemos pensar como lo queremos cambiar nosotros, porque uno no muevo todo pero un todo puede mover un mundo entero. Son los propósitos que cada día y constantemente nos hacemos. ¿Dejaré de fumar? ¿Aprenderé inglés? ¿Adelgazaré? No lo sé ni yo. Más por nada porque no puedo proponerme algo que no puedo cambiar.

Seamos objetivos, no testarudos o cabezones, veamos con claridad qué es lo que no nos gusta y si lo queremos cambiar, mucha gente, no lo hace, porque ama las cosas por lo que son, con sus defectos y virtudes, y si es así, contribuimos a salvaguardar aquello que es como es.

Confío en el progreso, los propósitos de enmendar aquello que nos parece mal o inapropiado, nuestros errores, equivocaciones o confusiones, aquello que nunca nos pareció bien, pero que tampoco tuvimos el valor, no, la iniciativa, mejor, el propósito de explicarnos. Tenemos boca, hablamos, tenemos oídos, escuchamos (no oímos, escuchamos) tenemos vista, vemos, ¿qué es lo que nos falla entonces?

Hoy podré llenaros de palabras, propósitos, tonterías, y no os digo que no a cosas algo incoherentes, pero sólo seré uno más que con 30 frases quiera proponeros no cambiar, o pensar más, trabajar más, estudiar más, no, sólo os impulso a mejorar.

2 comentarios:

  1. No confíes en el progreso...el progreso no es nada sin tu decisión. ¿Cómo progresar sin tomar parte? ¿Cómo progresar sin decidir hacerlo?...y peor¿Cómo progresar sin decidir antes qué es el progreso? La libertad, Javi, tomar decisiones y aceptar las consecuencias que de ellas se derivan...

    ResponderEliminar
  2. que dure muchos más

    y tus buenas intenciones igual. gracias por tus palabras =)

    ResponderEliminar

Ecos del pasado