domingo, 27 de junio de 2010

Suspiro de vida

Sopla el viento

Nada vuelve a ser igual, desde aquel confuso verano y desde aquellas vacaciones en mi "prisión favorita" vuelvo a sentir la opresión de siempre, todas las noches, si el cielo me lo permite, observo la luna blanca, aún con más gusto, si es llena, frío, aquí, más bien poco, una ligera sábana basta para pasar las noches más invernales del verano, la música, ruidosa, contraria prácticamente en su totalidad a mis gustos es capaz de a veces no dejarme dormir y yo, pues libre en esta época soy, me basta con hacer cualquier cosa con el fin de mantenerme despierto durante gran parte de la noche antes de querer conciliar el sueño. Unos acordes de guitarra, escuchar buena música, incluso practicar en el aire las posiciones de los dedos de las canciones del piano. La verdad es que no echo de menos esa vida, resulta tan diferente a la que llevo la mayor parte del tiempo aquí. ¿Amor? ¿Quien sabe cuándo , cómo y porqué? Tan desgarrador como el filo de una espada y sin embargo tan dulce y bonito como una rosa. ¿Mis ocupaciones? Quizás sin importancia o quizás sin sentido, pero escribir nuestra canción de amor bajo el sonido del agua y la luna llena, al menos me sumerge en el sentimiento más bonito que pueda experimentar.

Sigo esperando un atisbo de vida

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Creo en el destino, pero no como la personificación de un ente, como el resto de la gente, no como una energía que mueve tu vida, sino que el destino son las circunstancias, tus circunstancias, diferentes a las mías, que marcan tu existencia, diferente a la mía, y contra eso no se puede luchar. Pero es al mismo tiempo bonito, porque de lo contrario todos tendríamos el mismo tipo de vida. Sin embargo, el juego del destino es como una partida de ajedrez. No puedes elegir tus circunstancias, como no puedes elegir los movimientos de tu rival. Pero sí puedes actuar en consecuencia, para que al final, con ganas y paciencia, puedas ser capaz de llevar la partida en la dirección que tú quieras. Sabiendo que las circunstancias volverán a jugar en tu contra, como tu rival en la misma partida, y la vida seguirá, y vendrán disgustos, y tus padres morirán, y entonces moverás ficha en consecuencia. Esto no es realmente destino. Es simplemente... la vida.

    (He de decir que el canon de Pachellbel me ha inspirado jajaja)

    Me toca preguntar a mí. =)

    Estos sentimientos, ¿son reales? Si cada uno es dueño de su destino, ¿Qué te oprime? ¿Qué te aflige? ¿Qué es lo que te impide ser dueño de tu vida?

    un abrazo fuerte y a ver si nos vemos pronto =)

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Ecos del pasado