jueves, 18 de agosto de 2011

Mentiras, las sé, lo sabes.

Mientras tú y yo nos miramos el mundo sigue avanzando. Se nos va a la misma velocidad.

Tú eres alta, delgada, de pelo brillante castaño y muy largo y ojos melosos. Tú me describes como tu príncipe, pero porque me despertaste con tu beso.

Para ti yo soy más alto aún, pelo negro y corto y de ojos indefinibles. Medio mago medio adivino, dices que soy de carácter alegre y esquivo, tímido a veces, extrovertido. Soñador en otras muchas, previsible, caballeroso, ocupado e ingenuo, modesto y prejuicioso.

No puedo describirte, no sería objetivo, aunque probaré a decir que eres preciosa cada vez que te miro, que te salen hoyos en las mejillas cuando sonríes, muy atrevida, consciente y viva, un poco triste a veces, e incluso mentirosa, (lo haces muy bien), maniática, simpática y dulce, orgullosa, pero cariñosa.

No nos queremos, nos deseamos.

No nos miramos, nos devoramos.

No quedas conmigo en el parque, paseas despistada. No quedo contigo en el parque, iba a casa de un amigo y casualmente pasaba por allí. Mentimos. Lo sabemos. Nos escapamos.

Solos nos miramos lujuriosos.

Solos nos enamoramos rápidamente.

Caminamos rápido. Corremos. Llegamos a la colina. Tú me tiras, yo te llevo conmigo. Ambos caemos y rodamos. Nos paramos hiperventilando. Nos miramos. Nos besamos con hambre. Nos odiamos y nos mordemos, arremetemos uno contra el otro con violencia. No sabemos cómo ponernos, ninguna posición parece ser cómoda. Me muevo, me paras, te mueves, te dejo.

Te separo. Aunque me dices que eras tú quien habías parado.

Sonríes pícara. Sé que mientes. Sabes que yo también lo sé.

Me incorporo y apoyo los codos sobre las rodillas sentado.

Me sigues mirando soñadora. Te ignoro y miro al azul infinito.

Te rindes. Yo gano. Aceptas tu derrota y te sientas detrás de mí.

Me rodeas con los brazos y apoyas tu cabeza en mi espalda. Un escalofrío recorre mi cuerpo. Disfruto mi victoria.

Apoyas tu barbilla en mi hombro. Susurras amores. Sólo mientes pero contesto a cada uno de ellos. Me engañas, me confundes, me drogas y te dejo.

Me doy la vuelta lentamente. Te extrañas. Sonrío y te relajas.

Me acerco a ti. Pongo mi dedo índice en tu boca. Copias mi estrategia.

Te miro. Me miras. Busco más allá de la tirra del desierto. Buscas más allá de los bosques del mar.

Cierras los ojos, te observo. Cierro los ojos, me observas.

Mientras tú y yo nos miramos el mundo sigue avanzando. Se nos va a la misma velocidad.

7 comentarios:

  1. ¡Qué historia más preciosa!
    Y las descripciones están hechas a la medida de ese amor.

    Abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Se te da genial describir. La entrada es perfecta.

    ResponderEliminar
  3. La he leído, que conste. Mi opinión la reservo.

    ResponderEliminar
  4. Uao!! Descriptivo en extremo, fantasioso para adornar las esquinas, has creado un relato fantástico, que crea sensaciones en el lector muy realistas, y que al otro lado del cristal, se anima con la viveza y la intensidad que tú y tu pareja le queráis dar.

    Mis felicitaciones.

    ResponderEliminar
  5. Querida javi :) que historia mas linda.
    te mando un abrazo
    un besico

    ResponderEliminar
  6. Mmmm... No debería decir que me ha gustado
    :)

    ResponderEliminar

Ecos del pasado