jueves, 14 de marzo de 2013

Rojizo


Cuando me faltan las palabras escribo.
Escribo porque me siento inofensivo ante ti.

Son como ráfagas de un aroma exquisito que embriaga, que ilusiona, que se torna rojizo y mortecino, que me lleva hasta atardeceres vivos, cielos encendidos.

Son como suaves movimientos, como lamentos, como suspiros.

Son como caricias de marfil que acompañan acordes azabaches, que engañan y conducen a tus encantos, como si llegaras a ser veneno.

Dulce canto que seduce, dulce canto que araña, deja las nubes y baja, muéstrame el más hermoso mañana.


2 comentarios:

  1. La belleza de las palabras...qué bonito es poder escribir. ;-)

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  2. Que extraordinario es darse cuenta que detrás de las palabras hay todo eso que ves :)

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Ecos del pasado