miércoles, 19 de octubre de 2011

Arcaicos

Hoy es 19 de octubre.

Y hacía tiempo que no dejaba caer algún pensamiento mío que fuera de las emociones fuertes, me causara sensación.

Comienzo hablando, como en otras muchas y recurrentes ocasiones de la mentalidad que nos azota a nosotros, a la raza humana y más específicamente a nosotros, a la raza mediterránea española.
No es un día cualquiera cuando en el ágora de tu facultad están poniendo diversos puestos con información acerca de la Universidad, de otras organizaciones de estudiantes, de respeto y cooperación, de la delegación de alumnos etc.
Menos, cuando estando en uno de los mereci
dos descansos entre clases, te enteras de que en aquella plaza de la que hablaba, están regalando libros. El compañero que me lo había hecho saber ya iba provisto de unos 3 ejemplares y la persona que le acompañaba de otros 3. (Sólo había 3 modelos de libro diferentes)


Yo estaba algo nervioso, porque quizá podría bajar las escaleras del Aulario y echar un vistazo a algún buen libro, pero en ese momento tenía que estar concentrado en la complicada escritura visigótica en su variante cursiva.

La clase acabó y después de recoger un poco, encuentro que ya venían unas 10 personas, con al menos un libro en la mano y los otros dos chicos de antes, con otros 3 ejemplares (repetidos a los anteriores, por supuesto.)

Mientras una amiga mía me preguntaba si quería bajar con ella a coger algún libro, pero yo estaba aún recapacitando la escena que estaba viendo…

Me quedo en mi sitio y espero preparando los apuntes de la asignatura de Hª del Arte.
Hablo con el chico que había cogido dos veces libros. Me dic
e que son un muermazo, que tratan temas de diversidad sexual, afectividad, testimonios de personas que han pasado buenos y malos momentos por este tema…

Claro, le pregunto que por qué los coge si cree que no los leerá, y su respuesta es sencilla. –“Son gratis”.

Entorno los ojos y me dice que no sabe qué hará con ellos, que lo mismo podrá sacarse una pasta si los vende por Internet o donde pueda.

Entra más tarde otro compañero con 4 ejemplares del mismo libro. Ya no sé qué pensar.

Y ahí es cuando yo, me desentiendo del tema y vuelvo a corroborarme a mí mismo.


Es decir, como me lo regalan y es gratis, no lo valoro, simplemente lo cojo, me da igual si alguien, con problemas de aceptación social, o alguien que, de verdad esté interesad
o en el tema lo hubiera necesitado muchísimo más que la gran mayoría de mi clase.


No sé si es codicia, me decanto mucho por esa opción, pero, seamos razonables.

Nos quejamos de que el mundo va mal, de que E
spaña va mal, de que todo va mal, cuando somos los primeros que ni valoramos lo que se nos ofrece o lo que podemos tener.

Un libro es un amigo, yo no podría robar uno, no podría pintarlo, no podría rayarlo, no podría malusarlos, ni no usarlos, no los cogería porque sí, y menos para venderlos…


Me decepciona esta sociedad con sus acciones y me decpeciona el que sea tan difícil cambiarla. Donde hasta lo más razonable parece que, o no se sabe, o no se entiende.

Mi amiga cogió finalmente un libro para mí, lo aceptaré sin ningún problema, es un regalo suyo, los regalos siempre se hacen con buenas intenciones y los regalos nunca deben rechazarse. Sólo espero, a diferencia, poder tener el tiempo suficiente de leer sus páginas de corazón vegetal.




6 comentarios:

  1. no te falta razón, y a pesar de que sea un rasgo propio latino, también me da por pensar que sí las cosas costarán...cuantos y cuantos se quedarían fuera de ellas...

    ResponderEliminar
  2. Muy Javi esta entrada :)
    Y me gusta mucho eso de haber quitado la música y ponerla arriba

    ResponderEliminar
  3. Yo no llegué ni a echarles un vistazo. En mi clase sólo cogieron dos, pero se repitió la misma situación que dices: "Son un muermazo, pero son gratis".
    Ayer, mi compañera me cogió uno que daban. Es de política, y quizás no me interese mucho, pero me lo leeré. Además, me lo dedicó, así que no podré tirarlo nunca.
    ¿Viste/oíste ayer al pianista? Era fantástico...

    ResponderEliminar
  4. ¿sabes una cosa?, mucha gente piensa en algún momento de la vida como tú ahora, pero... no sé muy bien en qué momento, ni bajo qué circunstancias, un día te das cuenta de que haces lo contrario a lo que pensabas y te limitas a imitar al resto del mundo que se obstina en hacer aquello que es menos adecuado para el bien general. Esto es la "sociedad", y somos todos, pero ¿cómo cambiarla?. Sinceramente sólo se puede cambiar con la educación que les damos a nuestros hijos por que ellos son el futuro y si insistimos y perseveramos, finalmente podremos conseguir que algo cambie, aunque sólo sea un poquito. J.S.Gaviota

    ResponderEliminar
  5. Estupidez humana, tan gratuita cómo los libros ofertados... que decepción de especie...

    ResponderEliminar
  6. Coincido completamente y entiendo tu pesar.
    A los libros hay que respetarlos siempre.

    Abrazo.

    ResponderEliminar

Ecos del pasado