viernes, 4 de marzo de 2011

Un poco de aquí, un poco de allá.

Que me miras con esos ojos que lamentablemente puedo ver de tantos colores diferentes, sí, tengo un alma negra y no fumo, oscura y no he matado a nadie, quizá vaya a matar un poquito a todos, pero eso será en unos meses, cuando tenga coche.

Intento apaciguarme con un Fa, un La, un Do y otro La, tocados dos veces y encadenados a un Do, un Mi, un Sol y otro Mi…también dos veces tocados. Todo repetido 20, 30, 40 veces, hasta respirar un poco más despacio.

Sí, es fácil tocar a oscuras esas 16 notas y cierras los ojos aunque no veas nada.

Hay silencio, cuando no lo desearías que estuviera si está ella.

Dicen que hay miradas que enamoran…en la oscuridad no puede haberlas, pero, ¿quién quiere ver, oír, escuchar, cuando su sentido del gusto te dice a voces que probar esos labios te va a gustar tanto? ¿y el tacto, que puede ser tan delicado o tan brusco? (De ahí la expresión “Que poco tacto tienes”)

Sí, sigo imaginando mientras, tardes de brisa y sal en aire en los ojos, el sol no brilla, no, porque eso será señal de que no estamos solos, por eso estará nublado, hará calor, pues será verano, y la lluvia amenazante, cercana o inminente no nos preocupará, porque el mismo resultado sería si nos metiéramos al mar.

Recordaré (Me acordaré) de una tarde bajo el árbol, hará buen día, sí, porque eso significará que estamos desocupados, pero no habrá gente, no, porque estaremos aislados, tu en mi costado, yo en tu pelo, huele bien, como siempre, rosas no, azahar ardiente, helado no, porque hace calor, ardiente sí, porque quererte es mi misión.

Puedo decir (te) que la estoy cumpliendo, de momento y espero que no, sin bajas enemigas, más preocupante sería que la única baja posible, fuera la amiga, pues eso significaría estar fuera de combate. Yo, como luchador victorioso, que acepta la derrota con amargura y recibe el logro con humildad, no perderé una sola guerra después de haber leído ya sobre otras que duran 100 años.

Soy un soldado extraño, ni espadas, ni escudos, ni sangre derramada, ni baluartes, ni banderas, ni estandartes, ni guerras, ni navíos ni galeras, tu piel, sólo seda.

Son ya muchas las noches, que en vela o en luces de farola intento dormir por un recuerdo tuyo que me merezca vivir, y aunque sean duros los tiempos, ya acompañen o no, y parezca que envejecemos seguimos siendo carbono, agua, hidrógeno…

Somos sencillos por fuera y complejos por dentro, sabiendo esto último desgraciadamente demasiado bien, y no deseo ahora mismo otra cosa que poder controlar el tiempo. Pero como todos somos arrogantes, posesivos y avariciosos y si tuviera un reloj que controlara el tiempo, es posible que me aprovechara de él, prefiero no inventarlo. Con lo que confórmate con lo que tienes, sal fuera que hace un día esplendido (hoy llovía) y confía en que mañana puedas despertarte de nuevo.

3 comentarios:

  1. me gusta la foto principal del blog...quién sería la artista gráfica que la diseñaría :)

    pd: que conste que he ido a tocar las notas en el piano... :$

    ResponderEliminar
  2. Bueno, podría ser que siguiese tu consejo si viviese cerca, o quizá... si me hablase. Vamos, es un poco inmaduro decir todo esto, cuando acabo de leerme me digo "vale, acabo de parecer una puta cría", pero no sé expresarlo de otro modo, es demasiado irracional, supongo.
    Creo que ahora mismo el mejor detalle sería pedirle que me devolviese un "hola" o que no me hablase tan borde y antipático como de costumbre.
    De todas formas, agradezco tu consejo, Javi.

    cambiando de tema (o no tanto) voy a comentarte mi postura ante tu estrada. Ante todo decirte que me ha gustado mucho, sobre todo la parte en la que describes estar bajo un árbol en una tarde con la apuesta de sol abrazados (tengo la imagen perfectamente definida en mi mente), y sobre los recuerdos... podría hablar largo y tendido, pero ¿para qué? todos sabemos que los recuerdos son espinas que, a veces, se nos clavan en el alma y no nos dejan avanzar, otras, sin embargo, nos hacen más fuertes y orgullosos.
    Carpe diem!

    ResponderEliminar

Ecos del pasado