lunes, 26 de abril de 2010

Alusión a la experiencia

26 abril de 1997

Un día alguien me dijo: “La primavera despierta a los poetas”. Yo pensé, ¿eso es una realidad, una abstracción o una chorrada poética? Nunca llevaba la razón, pero creo que esa vez acertó. No fue una verificación de mi tormentosa vida, escritor análogo y poeta desinhibido. Poeta que intenta buscar una forma a un mundo aparentemente redondo, pero que más bien siempre está inclinado hacia lo mismo. Jugar al fútbol, la chica que te mola, el típico rollo adolescente, un trabajo, tu pareja, tus niños, tu hipoteca…todo está como elegido desde que empiezas a tener conciencia de ti mismo y del mundo. No, no me refiero al destino, para mí, tu vida no está escrita, eres tú quien la escribe y lo digo como hombre cansado de existir, cansado de morir cada noche y nacer cada mañana. Lo digo como viejo con ojeras por su mal sueño, seco, enjuto y pobre en carnes que escribe los resquicios de su aparatosa experiencia y de su amarga locura bajo la parpadeante e insuficiente luz de su vela, casi consumida ya en aceite, por la llama de nuestra corrosiva mente. Ingenuos, que somos unos ingenuos, que no nos damos cuenta del mal de nuestras acciones, que en vez de buscar soluciones para arreglar las cosas, las buscamos para volver a empezar. Que no somos capaces de ayudar al necesitado y después pasamos noches enteras intentando conseguirle el peluchito a la novia, jugando al futbolín o pasando una noche de p.m. Nosotros, sí, los más inteligentes del planeta, o al menos eso dicen, yo, el rey de la ironía. Y lo digo como hombre de palabra, descosido y mudo, como oyente de oráculos, como polvo de estrellas, como intérprete de emociones, como partícipe de la ruleta rusa, como amante del pensamiento y enemigo del impulso, como guerrero en batallas perdidas, como guardián entre el centeno, como imagen surrealista, como hombre que puede leer la mente, como hombre sin conciencia, como pobre entre los pobres y modesto entre los ricos, como filósofo de mi vida, como pintor de ilusiones y mago de azares, como niño que escuchó que una estrella fugaz no era sino un millón de sueños que viajaban juntos.


[Todo lo que hagas en la vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas]

3 comentarios:

  1. Muy buena reflexión y conclusión ;)

    Un abracito, artista :D

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  2. de todo lo que has escrito, este es sin duda mi texto favorito

    ¡¡GENIAL!!

    :)

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Ecos del pasado