sábado, 7 de mayo de 2011

Hasta el fin del mundo

Creo que llevo 14 minutos y 23 segundos mirando el techo. Es ya la 2ª vez que pongo esa canción. Miro el reproductor. Está muy desgastado el botón de “pausa”, no tanto el de “subir volumen” y después el de “siguiente canción”. Vuelvo a cerrar los ojos y pienso en el significado que puede tener para todas las personas que la conozcan.

http://www.youtube.com/watch?v=qNqQC7R_Me4

Cuando la escucho siempre imagino un barco viajando por las tierras heladas del Norte, abriéndose paso por los casquetes polares. El capitán mirando las coordenadas y al frente, con mirada serena. Sale a la cubierta y se apoya en la barandilla, en el punto más adelantado del barco, cierra los ojos y respira el aire puro del Norte, el viento gélido le golpea la cara, casi se congela al respirar. El barco avanza rápido y él extiende los brazos y allí abandona toda consciencia y toda ciencia, se deja llevar por el sonido eterno del agua, del hielo y del viento, se siente afortunado, por ser quien es, se siente afortunado por estar donde está. Su gorra de capitán es empujada por el viento hacia atrás, su pelo blanco, a juego con su barba se revuelve. Piensa “Tanta inmensidad no puede ser corrompida por seres como nosotros” y entristece durante un minuto.

Mira a estribor, después a babor. Sólo ve blanco, azul y gris. Las calderas dejan de funcionar, ya nadie las alimenta, el barco sigue su impulso por el mar, que se cierne cada vez más oscuro y desconocido. Hace horas que perdió el rumbo, tampoco miró la carta de navegación, escribió en el cuaderno de bitácora, sólo para quedarse tranquilo, lo último que se iba a hacer en ese viaje, la cerró y la guardó en un bolsillo de dentro de la gabardina, aquel que estaba más próximo al corazón. Ahora mira al frente. Una inmensa montaña de nieve y hielo se alza sobre él. Su sombra va recorriendo el barco hasta que lo oscurece totalmente. Él camina despacio ahora hacia el final del barco y se apoya en la barandilla cara a la montaña. El barco avanza, él espera, el hielo se alza, él espera, el barco choca, él espera, aguanta el primer golpe, el hielo se rompe, el barco chirría, él espera, se adentra en el hielo, él espera, el agua no sube, el barco es el que baja, él aguanta, el hielo cae, el frío congela, cierra los ojos, no pestañea, él espera, el agua sube, musita “Hasta aquí hemos llegado”, enciende su pipa, contiene su humo en la garganta, lo suelta, el agua le llega a los tobillos, el barco chirría, él se hunde, él espera.

[El capitán, siempre, con un acto de honor, y estoicismo, el único que, impasible, acepta el hundimiento de su nave]



4 comentarios:

  1. Death Cab For Cutie - Transatlanticism.

    "No hay mucho más que decir"

    ResponderEliminar
  2. dios, haces llegar lo que escribes si, muy emotivo, me ha gustado mucho :) (iván)

    ResponderEliminar
  3. Ahora que he leído tu descripción, no podré imaginar otra cosa cuando escuche esa canción.
    Es preciosa.

    ResponderEliminar
  4. Nunca había oido hablar de esa canción, pero entiendo lo que dices con esa escena que imaginas. Hay canciones que sólo se pueden ver de una manera.

    ResponderEliminar

Ecos del pasado