lunes, 11 de enero de 2010

Sé fuerte...

Que frío hace pensé...
Tenía razón, era un típico día de invierno, con un poco de viento pero que te congelaba las manos. Iba muy abrigada y llevaba casi toda la noche sentada sobre las rocas de la playa observando el mar y escuchando como las olas golpeaban el acantilado.
En un movimiento instintivo me llevé las manos al pecho y busqué una pequeña cadenita de plata. Hasta que no la tuve entre mis manos no me di cuenta que la había cogido.
Cerré los ojos y la besé despacio…respiré profundamente hasta que una pequeña lágrima se escapó de entre mis ojos.

-Estúpida. Me dije.
-Eres una estúpida Penélope, no vendrá, olvídate ya de una vez y arranqué la cadena de mi cuello para poder verla mejor.
Tenía los ojos empapados de dolor y de lágrimas, me costó enfocar la vista hacia aquel pequeño objeto.
-Sé fuerte. Pensé.
-Sé fuerte. Repetí mientras lo miraba y volvía a cerrar los ojos.
-Eso es lo único que dijo, sé fuerte…

Mentiras!! Grité entre llantos y me encogí sobre las rodillas escondiendo la cabeza.
No me quería. Dije intentando serenarme, pero sólo conseguí aumentar mi agonía.
Sólo fui una diversión para él, un muñeco, una marioneta…él no me quería, volví a repetir…

Nunca había llorado tanto… no sé porqué seguía yendo todas las noches a aquel estúpido lugar, allí es donde le vi por último lugar, donde me demostró que era un idiota y un imbécil y yo como una tonta enamorada seguía volviendo noche tras noche aquel acantilado al lado de la playa. Ese lugar era especial, era nuestro refugio, nuestro lugar secreto. Desde allí nos quedábamos pequeños comparados con lo grande que se veía la luna, desde allí nos abrazábamos y nos decíamos “Te Quiero” mientras soñábamos juntos con tocar las estrellas…

Pero esa noche él no quiso sentarse junto a mí…esa noche…esa noche me besó por primera vez y me abrazó con fuerza…se separó lentamente como queriendo que no acabase nunca ese abrazo. Entonces sacó de sus vaqueros un cadena de plata increíblemente bonita, me la puso y con ojos llorosos me dijo…”sé fuerte…¿me oyes, Penélope?...sé fuerte”…fue apenas un susurro, y mientras yo intentaba interpretar el porqué de sus palabras me empujó y corrió hacia la oscuridad perdiéndose en la densa niebla.

No fui capaz de levantarme y ni siquiera pude hablar, simplemente me quedé allí tirada en el suelo llorando. Me levanté al cabo de un tiempo y me dirigí al borde del acantilado y allí me senté.
Durante toda la noche repetí con nostalgia todo lo que habíamos vivido desde que nos conocimos, toda nuestra historia, toda nuestra triste historia, hasta el amancer…



La segunda parte...próximamente!! (:

7 comentarios:

  1. jope me he quedado triste =(

    qe bonita Javi

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Javi Javi Javi Javi Javi Javi , te e agregado ^^
    Que chachi todo ^^
    Seguiré olisqueando tu blog :)

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  4. Creo que sí!!
    Eres una estrella polar?? o algo así??
    Y fuera adivinanzas!! aquí se comenta Jaja (:

    Pobrecilla Marina...el final te alegrará
    Y tú Nati olisquea olisquea como un perricoo ^^

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  5. No todo es alegría hum! ajaja :)

    Pero no te preocupes, la mayoría de las entradas no son hechos reales ;)


    No quieres adivinanzas? hum! ¬¬'' Pues ahí va una jajaj ;)

    Qué tiene el rey en la panza? (sí, es mala, qué pasa? Hum!)


    Pd. Bonito, pero triste ;)

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  6. Como que bonito pero triste...
    A menudo lo bonito, es lo triste (:

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Ecos del pasado