Has decidido preocuparme.
Harás que me mantenga en vela de nuevo noches interminables, sin saber qué
decir, qué pensar o qué llorar. Las mejillas me saben a sal y la sal me
recuerda a ti.
Me recordarás las ganas que tengo de volver a un castillo, un castillo en el
que no haga ni frío ni calor, pero que esté junto al mar y que desde él se
pueda ver un faro y el puerto.
Me volverás solitario, más solitario que nunca. Y tomaré las noches con
melancolía y tristeza, notando tu ausencia en la distancia y cómo crecen mis
penas.
Tú me haces cerrar los ojos para que pueda imaginarla. Casi ya no recuerdo su
rostro por las mañanas dormida entre las sábanas.
Me castigas y me enfadas, me pones de los nervios, maldito. No me dejas
tranquilo, no haces más que molestar y estar presente cuando lo único que
quiero es hacerte desaparecer para volver a abrazar a mi otro corazón que
espera paciente la transfusión de mis sentimientos.
Necesito que me abrace de nuevo, aunque fuera sólo una vez más, pero en esta
ocasión párate, no avances más, déjame saborear sus labios con dulzura o con
violencia, pero deja de estar presente.
Romperé tu mecanismo, tiempo dichoso.
Te fumaré como en Momo.
Precioso!!
ResponderEliminarSi logras romper su mecanismo...pásame la clave ;)
Me gusta cómo escribes, pero creo que deberías atreverte a hacer algo completamente diferente, tanto en temática como en estructura, amas demasiado.
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