El ámbar es el corazón de la
naturaleza.
Y cuando miro tus ojos sólo veo ámbar.Si me permitieras mirarlos muy de cerca, hasta casi rozarnos, podría observar toda su belleza. Son cálidos y coloridos, a veces más oscuros, o incluso verdosos, pero nada comparable con las tardes de sol y la luz que desprenden.
El ámbar me cautiva y me atrae. Es algo misterioso. No sabes lo que puedes esperar de él. Quizá restos de un algo extinto. O una lágrima que allí quedó atrapada.
Pero cuando nos besamos, cierras los ojos y pierdo esa magia.
Me coges con fuerza y me respondes con violencia y entonces pienso en el ámbar que late en cada uno de nosotros.
Precioso, como siempre...
ResponderEliminarTienes aquí un remanso de paz y tranquilidad por el que te felicito :)
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