Cuando me faltan las palabras
escribo.
Escribo porque me siento inofensivo ante ti.
Son como ráfagas de un aroma exquisito que embriaga, que ilusiona, que se torna rojizo y mortecino, que me lleva hasta atardeceres vivos, cielos encendidos.
Son como suaves movimientos, como lamentos, como suspiros.
Son como caricias de marfil que acompañan acordes azabaches, que engañan y conducen a tus encantos, como si llegaras a ser veneno.
Dulce canto que seduce, dulce canto que araña, deja las nubes y baja, muéstrame el más hermoso mañana.
Escribo porque me siento inofensivo ante ti.
Son como ráfagas de un aroma exquisito que embriaga, que ilusiona, que se torna rojizo y mortecino, que me lleva hasta atardeceres vivos, cielos encendidos.
Son como suaves movimientos, como lamentos, como suspiros.
Son como caricias de marfil que acompañan acordes azabaches, que engañan y conducen a tus encantos, como si llegaras a ser veneno.
Dulce canto que seduce, dulce canto que araña, deja las nubes y baja, muéstrame el más hermoso mañana.
La belleza de las palabras...qué bonito es poder escribir. ;-)
ResponderEliminarQue extraordinario es darse cuenta que detrás de las palabras hay todo eso que ves :)
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