Las guerras, lejos de satisfacer al humilde, nunca han dejado huellas para recordar.
Las batallas, donde el egoísmo de pocos, se convierte en la desdicha de tantos.
Ante la felicidad y un lema, “Vive y deja vivir”, la destrucción impone el suyo propio, “Vive para sobrevivir”
Aquel 7 de diciembre de 1941, Pearl Harbor cayó.
Hace poco volví a ver la película. Parece mentira, pero cada vez que la veo lo "vivo" de otra manera.
ResponderEliminarEs cierto, no tenemos idea de lo que pasó allí.
Ojalá las guerras sean historia alguna vez.