Ya he vuelto. Lo primero de todo será volver a la dura rutina, esa que te dice lo que tienes que hacer constantemente día tras día. Después tendré que levantarme con aquel sonido repetitivo que escuchamos cada mañana, con el gesto cansado me tocará mirarme en el espejo y aclararme un poco la vista con agua. Bajar a desayunar es lo siguiente, calentaré un poco de leche o no, dependiendo de lo que haya para desayunar, si hay galletas, caliente, si hay cereales, fría. Me ducho, me visto, me arreglo un poco y casi de noche salgo de casa. En estos días el viento sopla helado, tiempo atrás, una simple manga corta me servía para todo el día, ahora necesito de abrigo y bufanda para soportar el frío ambiente.
Mi madre dice que apenas me ve, pero cuando ella no trabaja por las mañana yo estoy en el instituto, cuando no trabaja por las tardes yo suelo estar en mi habitación…Son las cenas es el único momento que es más familiar, casi siempre son un poco improvisadas, pero la verdad, de algo que en mi casa no me pueda quejar es de haber pasado hambre alguna vez. Después de cenar, al baño a lavarme los dientes y cansado subo al piso de arriba, antes, cuando no era tan importante dormir porque no tenía que despertarme temprano solía leer algún que otro libro, pero acostumbrado a descansar un mínimo de horas ya no lo hago. El ordenador a veces lo enciendo, muchas otras (la gran mayoría) no, me quita el sueño y después no duermo bien. Un último repaso de cualquier asignatura para que me entre un poco el sueño es lo que sí que suelo hacer por las noches, pero no demasiado largo. Entro en la cama y cierro los ojos. […] Mañana un nuevo día me esperará. O al menos eso creo.
Genial! Escribes muy bien,me ha gustado bastante este texto de lo que sueles hacer de lunes a viernes (:
ResponderEliminarSigue escribiendo así,¡Es magnífico!
Un saludo.
Me encanto este texto! ahora trabajo en Kraft Foods Argentina pero fui profesor durante años, me encantaría haberle leído algo así a mis niños, super apasionante!
ResponderEliminarfelicitaciones!