Allí estaba, mirándome de nuevo, casi ni podía creer que viniera, apoyado estaba con una pierna en la fachada antigua de aquella fábrica abandonada que los críos tenían miedo de entrar por si se encontraban algún fantasma y donde sus madres no les dejaban jugar, por si se clavaban algún cristal o alguna otra cosa. Era un buen lugar para meterse un chute o pillarse una buena sin que la policía apenas se enterase. Por dentro, las fachadas enteras con pintadas por niños que empezaban a en el mundillo del vandalismo robando 3 euros a sus padres para comprar un spray y poner cualquier gilipollez que se les ocurriera, o por jóvenes, que sin nada que meterse ni hacer, se disponían a ir poniendo sus firmas una encima de la otra. La fábrica, la verdad, estaba echa un asco, las ventanas estaban todas rotas, con peligrosos cristales a su alrededor, el techo agujereado, dejaba escapar miles de haces de luz que se filtraban por las tejas semidestruidas, suciedad y ratas y no era muy de extrañar que si te pasearas por allí durante un rato tocando las paredes o el suelo contagiaras más de una enfermedad.
Me dijo que qué es lo que hacía allí y yo con un respeto más que habitual y sin pecar de ignorancia le dije que paseaba. Aquel día nos encontramos cerca de la plaza circular, en una de las calles más estrechas que daban a la plaza y se ve que él con algún colega suyo tendrían algún que otro chanchullo entre manos y no querían que nadie los viese, droga, pensé.
Ahora me tocaba enfrentarme a ese gorila una vez más.
-¿Qué es lo que querías imbécil?
-Simplemente quiero mostrarte algo, y por favor, llámame Telos.
-Qué gilipollez de nombre.
-¿Quién ha dicho que ese sea mi nombre?
-¿No has oído antes?¿Que qué quieres? Estás haciéndome perder mi tiempo.
-Sin duda es el tiempo lo más preciado que tiene el ser humano y sin embargo nadie investiga sobre él, sólo en unos cuantos papeles con numeritos y círculos de diferentes tamaños. Escucha, ¿trajiste las gafas?
-Sí.
-Póntelas.
-¿Para qué?
-Hoy tenemos eclipse solar.
-A mi no me interesa esa mierda. Dime ya qué es lo que querías.
-Creo que esto va a ser más difícil de lo que pensaba.
-¡Sí! Exclamé a apenas 10 centímetros de su cara.-Estás destrozado, tu madre murió, tu hermana ya no sabes donde está y Gary cada vez se está metiendo más y más. ¿Es eso lo que quieres tú? ¿Quieres seguir metiéndote toda esa mierda con esos imbéciles? Madura y encuentra a tu hermana, búscala, ella te necesita, o ¿no pasabais buenos momentos juntos?
-Sí, es cierto… Dijo con voz quebrada casi inocente.
-No puedo…
-Deja de mirar al sol. Dije con paciencia una vez más.
-No…no puedo…
-¡Maldita sea! Hazlo de una puta vez.
Alguna vez has tratado de fijarte en tu forma de escribir para ver si se corresponde con algún estilo artístico?
ResponderEliminar:)
(Esto de estudiar el Realismo me afecta demasiado)
joder, que no cuesta tanto hablar sin decir tantas putas palabrotas, coño.
ResponderEliminarjajajajaja
Marina ¬¬
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