El cielo es de un gris uniforme. Es algo que me hace sonreir, pues las lluvias aún durarán. Insistes en que el mal tiempo no es lo que más aprecias, pero a ti te gusta. Lo sé.
El viento nunca lo soportaste. Te resulta incómodo, demasiado frío quizás.
Cómo me gustaría poder protegerte de ese viento enfermizo. Abrazarte fuerte sobre mi pecho. Sentir como si desaparecieras junto a mí. Respirar flores silvestres en tu pelo. Una caricia por tu mejillas encendidas.
Me gusta como me miras.
El viento es nuestro confidente.
Yo también hacía carreras de gotas. Sobre todo en los interminables y lluviosos viajes hacia el norte.
ResponderEliminarPD: ¡Has vuelto a cambiar la música!
Yo también odio el viento.
ResponderEliminarVaya!, parece que lo de hacer carreras con gotas de lluvia es algo más común de lo que mi imaginación soñó. El viento es tan inquietante que acongoja mi espíritu. Saludos. J.S. Gaviota
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