viernes, 25 de febrero de 2011

Reflexio

He aquí, no una mentira de cómo sobrevivir, si no de cómo no triunfar aquí o allá donde vayáis, pues parece que el mérito ya no reside en uno mismo sino en 1 millón de condicionantes objetivamente estúpidos.

Primero, sé tu mismo y no pruebes ser como aquel que envidias (¿sanamente?), o aquel que hace más que tú, por mucho menos. Mejor, en este mundo de apariencias y sumisión, ser quien quieren que seas. Así, si a todo el mundo, casualmente, ahora le gusta llevar colgantes, pulseras o pendientes con el símbolo hippie, te guste o no ese símbolo lo mejor será comprarte cuanto antes algo del estilo.

Segundo (Fácil), no escuches cualquier música que pueda relajarte, dormirte o amar a quien amas, no intentes descifrar frases ocultas, ocultas en alguna parte de esas notas, en clave de Do, de Re, de Mi, o de Sol, limítate, como persona que quiere sobrevivir, a escuchar, para algunos, ruido, para otros (…), para otros vociferios. Ahorrándote cualquier mala interpretación del buen gusto.

En tercer lugar, pensar en salir a la calle, poco te resultará útil, peor, si casi decides hacerlo, ¿quién necesita AIRE de vez en cuando para existir?, mejor, no necesitarlo y quedarse encerrado, (¿Encerrado?) delante de cualquier pantalla que te haga “feliz”.

Lo cuarto que propongo dice lo siguiente, chicos, a vosotros, quienes mejor sabéis que llorar no hace al hombre, ni escribir poesía, ni vivir la vida de forma diferente, ambos y todos sabéis aguantar una lágrima, más, fingiendo ni afectarte, decir cualquier palabra, malsonante o asonante, que pueda haceros, más de vuestra sombra que de vosotros, sólo para dar reflejo de una apariencia translúcida, a veces opaca y en ocasiones verdaderos muros de kilómetros de ancho.

Es lo quinto que sugiero, aquello que suena para las mujeres, vosotras, que sois calladas y sensibles, que siempre tenéis hueco en la fantasía más remota. Cambiad, pues así, no llegaréis a conseguir otra cosa que el menosprecio de aquel o de aquella. El vivir bajo una presión añadida, el ser mejor o peor que ella, el caer mejor, el vivir mejor, el tener lo mejor o al mejor, todo ello, si lo consiguieras, sin duda serías mujer en estos tiempos que corren, pero mi sexta razón, ya sea consejo o recomendación, es de las más sencillas que puedas tomar, pues no necesariamente tienes que reflejar tu arrogancia en este aspecto o ser o no ser mujer, sí, esta vez fuera del tono irónico anterior, me refiero a ir a mejor, a ser siempre el mejor, no para ser el primero, sino para no ser el último (para poder ayudarle), aprender en tu enseñanza y enseñar tu aprendizaje, ayudar, cuantitativa o limitadamente, a todo aquel que lo necesite, y a todo aquel que aparente no necesitarlo.

El apoyo y el propósito es el arma que tenemos para afrontar una vida que se nos antoja solitaria y lejana, quizá escasa, para cualquier otro optimista, pero siendo razonablemente incoherente no os diré que sea fácil, pues nos servimos, en ocasiones demasiado recurridas, de la ayuda y el apoyo, para inutilidad la nuestra y como marionetas de trapo, madera y pincel llegar a ser adultos sin saber apenas comer ni beber.

domingo, 20 de febrero de 2011

Vértigo

Vértigo, algunas personas tienen vértigo a las alturas, no pueden asomarse a la azotea de un edificio, no pueden subir a un rascacielos, ni tampoco a la Torre Eiffel o a la Estatua de la Libertad…Tampoco pueden subir a una escalera, ni a un avión, ni a una montaña rusa, ni a la noria, gente con suerte…

Vértigo, algunas personas tienen vértigo a no equivocarse, a no fallar. Tener la suerte de que todo les salga como planean o deciden…suerte de aquellas personas…

Vértigo, otros, tienen vértigo a las serpientes, a las arañas, a las cucarachas…

Vértigo, hay quien tiene vértigo a su libro de Historia, a ir al trabajo, a suspender un examen, a su libro de Aritmética o a sus clases de Inglés en la academia…

Vértigo, a veces, las personas lo tienen a no quedarse solas, a no encontrar al amor de sus vidas, a perder un hijo, a morir o a sufrir…

Yo, la última vez que sentí vértigo fue ayer, cuando pensé que la Tierra estaba demasiado baja para mí, que todo estaba fuera de mi alcance, la solución fue fácil, acostarse en una nube siempre viene bien.


viernes, 18 de febrero de 2011

Nocturno

Dicen que siempre que la luna está llena, los ciclos de la vida cambian y transcurren de forma diferente.

Dicen que crecen las mareas por que los peces desean ver la luna más de cerca.

Dicen que los lobos aúllan sus penas sólo en luna llena, porque ella es la única que los entiende.

Dicen que las estrellas brillan mucho menos, eclipsadas por la luz blanca que emite.

Dicen que el amor vuelve a encontrarse.

Dicen que noches como la de hoy, 18 de febrero, donde la luna está llena, desaparece el miedo.

La luz ilumina la Tierra, nada ni nadie se quedan en oscuridad, la inseguridad y el temor son ya meros sentimientos pasados que con un ingente esfuerzo trataríamos de mantener ocultos en un paseo nocturno en cualquier otra noche del año. Hoy los corazones se encienden por el brillo del astro sin luz, nos convertimos en sinceridad y compasión con el hecho de mirar una esfera de miles de kilómetros de diámetro en apenas dos centímetros de cielo.

Nocturno es el ambiente que habita esta noche y nocturno el que habitó ayer y antes de ayer, nocturnos los libros que tuve que leer, para comprender qué era la luna, nocturnos los libros que leí para saber que era la luna. Nocturno el barco, con el que navego, nocturno el mar, por el que navego. Nocturna es esta noche y nocturno el ambiente que me habita, nocturno el sol que desaparece en la noche, nocturnas las nubes, color gris azabache, nocturno el sueño que siento que atrapa, nocturno el sentimiento de fe inacabada, nocturna mi vida, rodeada de luces, nocturnas mis ojeras de pocos sueños tiernos, nocturno mi hogar, que siento que me oprime, nocturno palacio con nada que avive…

Sí, atrapado sigo, en este ínfimo universo, planeta alejado, por el sol iluminado, país, ¿libre? Y, ¿justo? Pueblo pequeño, silencio de perros, casa abandonada, habitación poblada y ventana que muestra los días pasar.

[Son cortos los períodos de ciclo lunar, pero hoy no importa, hay luna llena.]

lunes, 14 de febrero de 2011

Pensamientos de Sombraluna

Siendo este día, no más causa que coincidencia, quizá un poco provocada por mí, o por mi insistencia, (te) escribo, siendo libre (no pensando en las consecuencias que esto me pueda conllevar), por no dejar dentro de mí, no mucho más de lo que debería, y poder mostrar (te) sólo un poco de lo que aún no quiero mostrar, pues ni el tiempo, ni los tiempos acompañan.

No es por ello que la indiferencia desaparece cuando (tú) estás cerca y es razón, entre otras muchas no demasiado excéntricas o descabelladas, de que al menos, intención tengo de esperar que los días sean más largos.

Justo hoy, entonces, podría decir (te) lo que en algo más de cuatro meses, pero como ya dije e insisto en ello, me niego por el (más que agotador) porvenir.

Sin embargo debes dar escasa importancia a esta pequeña causa, mejor sería, simplemente, tenerla en cuenta.


domingo, 6 de febrero de 2011

Amor de carácter entrópico

-“Tú, Yo y una conjunción entre nosotros”

Repetí por enésima vez.

Una pelota pequeña, de estas que botan mucho, se lanzaba de un lado de la pared a mi mano y de mi mano a un lado de la pared. La pelota era azul como su mar y con rayas blancas, como su cielo. Después de estar media hora lanzando la pelota es el brazo agotado y aburrido quien dice basta y la suelta dejándola rodar por el pasillo. (Otro suspiro).

Aquella frase quitar no podía quitármela de la cabeza porque tan sólo pensarla provocaba en mí un éxtasis de impulso e impotencia y aquellas ganas de arriesgarme y jugármelo todo a la intuición, al destino, a la suerte, a la coincidencia o como vosotros queráis llamarlo. Aquella sonrisa cautivaba lo que el coral al océano. Son esos ojos, comunes y sencillos que te miran diferente si tú los miras diferente. Ambiente simpático el que respiras con ella a tu lado.

Pero es el desconocimiento lo que la duda cierne sobre mí, esto y un montón de “Y si…” que se me ocurren y pasan por la cabeza así como unas incontables veces a lo largo del día.

¿Cómo y cuando te das cuenta que está ella aquí? ¿Cuándo lo piensas?

Que absurdo viene a ser todo pero fíjate que sencillo puede parecerlo, coger su sentido, dependiendo de dos monosílabos de dos letras, (respuesta fácil). ¿Respuesta fácil? Me río yo de la ironía de decidir lo que más te puede llegar a costar asimilar. Siéntete en una nube, húndete bajo tierra, eso ya no lo decidirás tú.

Ser consciente ahora mismo de lo que deberías y no deberías hacer, ayudarte tendría, más no asegures aquello que no tienes del todo claro, porque una buena decisión radica en una decisión acertada y una decisión acertada es síntoma de que las cosas han salido bien. Ahora sí, observar, de momento parecerá ser mi único cometido, ya cuando transcurra el tiempo habrá que pensar en decisiones.

[Todo aquello se resumiría en un amor de carácter entrópico]

martes, 1 de febrero de 2011

No soy poeta

No soy poeta, ni escritor de historias secretas

No soy nadie que siente, la pérdida de una rosa ardiente

No, soy poeta, ilusionista de rostros, inventor de lunas

Conocedor de interiores, maestro de brumas.

No soy poeta, pues ingenuo y sencillo parezco

No soy nadie que ama, a nadie merezco.

No, soy poeta, quien con sólo una gota, derrota expresa

Quien no habla, sólo toca, esquivo, quien delimita el límite de lo indefinible, quien escarba cada hecho del pasado, quien refulge el presente, quien ansía el futuro, quien piensa que el camino de mil leguas empieza siempre en el primer escalón, quien nubes levanta, quien sol apaga, quien cielo amanece, quien tarde esconde y noche aparece, quien miedo tiene, pero a lo que desconoce, quien pluma mano, viento tardío, plasma ocurrencias de sabio, inteligencias de necio.

El poeta es como el capitán, que es el último en abandonar su barco, sólo que las letras son sus marineros, el papel su mar, navío, su mano.

Tú que quisiste llevarte contigo al poeta, tú que le dejaste marchar, tú que adoras cada mentira, cierta o incierta, hasta el punto de engañarte y desafiar, ese licor del poeta, que bebes sin consuelo, que arremetes sin creerlo, esa realidad difusa que es ser la amante del poeta. (La mujer más afortunada del mundo), ahora que puedes, escapa, antes de que el amor, se cierna sobre ti, tú, aire puro e impoluto, escapa antes de que te consumas como polvo estelar en la inmensa soledad, tú, que tanto le quieres ya…

[Escapa de aquel que ya no olvidarás jamás]